domingo, 22 de junio de 2008

Ricardo nos visita



En la tarde de hoy recibimos la agradable visita de nuestro más reciente vecino, Ricardo Arias, quien está recien mudado a Turmero, el pueblo de al lado. Lo acompañan su esposa Katerine y su hija Michelle, la parlanchina. Eres feliz si logra decirte hola.

Yo no estoy en Cagua en este momento, pero eso no impide que el chisme llegue al internet. Le damos la bienvenida a nuestro vecino, poco a poco verá las ventajas y desventajas de los pueblos. Como todo recien llegado, aun no ve lo bueno, no aguanta el calor y los problemas eléctricos, pero ya se acostumbrará, al nivel que tenemos las Dorante, que cuando estamos en Caracas no sentimos angustiadas por regresar a nuestro pueblo adoptivo.

Gracias por la visita primo, y esperamos verte de nuevo por estos lares.

miércoles, 4 de junio de 2008

He vuelto


Me perdí por unos meses, no porque no hayan pasado muchas cosas, todo lo contrario, han sucedido muchas.
Estuve muy ocupada terminando la tesis en Educación, razón por la cual no pude estar actualizando el blog, pero eso será corregido a la brevedad posible.
Inicio con los cumpleaños: mi hermanita linda (la única que tengo) cumplió 37 primaveras en marzo, por supuesto que en casa se lo celebramos, y luego en el Limón también tuvo su fiesta. Todo muy ligth, por la dieta, la gastritis y eso. La piñata era un pote de jugo. Vean los detalles en las fotos.
Después vino el cumpleaños de Ofelia en abril, alcanzó sus 60 años mozos. A ella no le hicimos fiesta, ella misma se la hizo, se levantó temprano y empezó a hacer la torta, cuando le dije que iba a comprar almuerzo para que no cocinara, ya tenía montada la pasta y estaba en lo de la salsa, así que solo aceptó que comprara comida china para la cena. No le puso peros a la parte de recibir regalos, eso lo hizo sin demora y sin protesta. Nos acompañaron en Cagua, Sabina y su prole: Ana con Mariana; José María y familia completa. Luego vino la versión Limón, a la negrita también le salía.
Yadaniris se esmeró con el decorado, llenó la casa con flores, la piñata era una pelota de beisbol, que estaba a reventar. La torta buenísima, quesillo, gelatina, pasapalos, de lujo. Ver fotos.
Para finalizar en mayo, defendí la tan esperada tesis, una chorrera de años después de haber terminado la carrera, pero nunca es tarde cuando la dicha llega. Este era el momento. Muchos nervios, mucho estrés, mucho corre corre, pocas, poquisímas horas de sueño. pero todo valió la pena. La Tesis fue calificada con sobresaliente (máximo valor de la escala) y mención publicación. Lo cual no está nada mal. Lo bueno se hace esperar...