Hace rato que no actualizaba el blog y era debido a la dificultad para escribir una despedida adecuada a mi primo querido, Roberto, el villano como nos deciamos mutuamente.De villano no tenía nada, nos deciamos así en broma, en referencia a alguna conversación que tuvimos alguna vez. Nos veiamos poco, pero conversabamos bastante, compartíamos bastante, nos queríamos mucho más.
No tuvo una vida fácil, pero hablando con él, el rato era siempre agradable, compartiendo su sentido del humor o su modo particular de ver las cosas. Ningún minuto a su lado era un desperdicio, por eso contaba con el aprecio de toda la familia.Se fue el 31 de diciembre del 2010, poco antes del repique de año, preparándose para celebrar el año nuevo con la familia, y para despedirlo estuvimos todos allí. No faltó quien le colocara una gorra de su equipo favorito "Leones del Caracas", extrañaremos las llamadas para pedir "la samba de las Sardinas" cuando iba ganando o para lamentar el juego cuando iba perdiendo.
En las piñatas de los adultos, era el único que cambiaba los caramelos por las cosas que él quería, que le serían útiles.
En cada reunión familiar estará presente, y en cada momento, como le hemos extrañado todos estos meses desde su partida.
